Es un anillo flexible que se coloca en la vagina.

Libera de forma continua, desde el interior del anillo, dos hormonas —un progestágeno y un estrógeno— como las hormonas naturales (progesterona y estrógenos) presentes en el cuerpo de la mujer. Las hormonas se absorben a través de la pared de la vagina y pasan directamente al torrente sanguíneo.

También se lo denomina NuvaRing.

Funciona básicamente impidiendo que los ovarios liberen óvulos (ovulación).

Toda mujer sana que quiera evitar temporalmente un embarazo y que haya recibido consulta previamente.

Existen algunas afecciones médicas que hacen que el uso del anillo sea menos efectivo o provoque más riesgo para la salud de la mujer (por ejemplo, la hipertensión y algunos tipos de cáncer).

Otros casos en los que no es conveniente utilizar el anillo vaginal son los siguientes:

Obesidad severa.
Mujeres mayores de 35 años.
Historia familiar de cáncer de mama o de útero.
Diabéticas.
Sangrado vaginal sin causa conocida.

Busca la posición que te sea más cómoda para introducir el anillo.

Toma el anillo en tus dedos e introdúcelo suavemente dentro de la vagina asegurándote de que quede en su lugar.

Se coloca el primer día de la menstruación y se deja durante tres semanas seguidas o por 21 días seguidos.

Se retira a la cuarta semana. Después de una semana sin el anillo, coloca uno nuevo el mismo día de la semana en que colocaste el anterior. Si ocurre una expulsión accidental, el anillo se debe enjuagar con agua sin jabón, y volver a colocarlo inmediatamente. Si pasan más de 3 horas desde la expulsión accidental utiliza el condón y acude a consulta médica.

Es muy efectivo para evitar un embarazo. De cada 100 mujeres que usan el anillo vaginal correctamente, menos de una puede quedar embarazada. Sin embargo, el riesgo de un embarazo es mayor si la mujer tarda en cambiar el aro.